jueves, 14 de diciembre de 2017

Emociones y Sentimientos (parte II)


¿Cuál es la diferencia entre ambas?
Tal y como hemos visto, tanto las emociones como los sentimientos tienen que ver con algo irracional que tiene que ver con la manera subjetiva con la que experimentamos una situación.
Ninguno de los dos fenómenos puede ser traducido en forma de palabras de manera fiel y sin dejarnos muchos matices en el tintero, y es la otra persona la que, haciendo un esfuerzo de empatía, debe construir en su mente y a partir de sus propias experiencias cómo nos debemos sentir.
Sin embargo, la diferencia fundamental entre la emoción y los sentimientos es que la primera es totalmente básica, primitiva y unidireccional (en el sentido de que es algo que aparece automáticamente al presentarse un estímulo) mientras que el sentimiento incluye la capacidad de pensar y reflexionar de manera consciente sobre lo que se siente y, por tanto, tiene que ver con la capacidad de pensar en términos abstractos y simbólicos.
Las obras de arte, por ejemplo, son la caracterización clásica de los sentimientos, porque son sublimaciones abstractas de las emociones. En un poema no hay solo emociones, sino que necesariamente debe haber también sentimiento, algo que permita expresar de manera simbólica lo que se siente. 
Así pues, los sentimientos son bidireccionales, ya que hay algo que va desde los procesos mentales más básicos y primitivos hacia la consciencia, pero también hay algo que va desde la consciencia al modo en el que se valora y se experimenta esa situación de forma holística y global.


Ambos son inseparables
Y aquí viene una aparente paradoja: aunque los conceptos de sentimiento y emoción se refieren a cosas diferentes, a la práctica allí donde hay una emoción hay siempre un sentimiento (o varios). Los dos se presentan a la vez, y las palabras que utilizamos para separados conceptualmente solo existen en la teoría para permitirnos entender de un modo más preciso acerca de qué parte de la experiencia consciente estamos describiendo.
Del mismo modo en el que allí donde hay unos genes hay un entorno que influye en el modo en el que estos se expresan, emoción y sentimientos no pueden presentarse por separado (en el ser humano consciente y sano) y por consiguiente se solaparán. La distinción entre ambos es más virtual y teórica que material.
Es por eso que la diferencia entre sentimiento y emoción solo se utiliza porque resulta útil en ciertos casos y porque cada una de ellas podría explicar diferentes procesos neurológicos que funcionan en paralelo, no porque efectivamente podamos aislar un sentimiento y separarlo de la emoción con la que se presenta. En psicología y neurociencias, para bien y para mal, las cosas no resultan tan sencillas.

 

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