jueves, 16 de octubre de 2014

Cientificos alertan sobre el riego de bebidas energéticas (el 68% de los adolescentes europeos de entre 10 a 18 años las consumen)


Las bebidas energéticas han aumentado su popularidad en los últimos años como un método para sobrellevar el cansancio del trabajo diario o las largas noches de fiesta.
Un 30% de los adultos (entre 18 y 65 años), un 68% de los adolescentes (entre 10 y 18 años) y un 18% de los niños (entre 3 y 10 años) consumen bebidas energéticas, según un estudio realizado en 2013 por la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria. Además, un 11% de los consumidores adultos y un 12% de los adolescentes han tomado más de un litro de este tipo de productos en un solo día. Ahora, un equipo de investigadores que trabaja en la Oficina Regional para Europa de la Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte de que el incremento del consumo de bebidas energéticas puede suponer un problema para la salud pública.
Los riesgos para la salud de estos productos se deben principalmente a la cafeína que contienen, aunque los responsables de la revisión, publicada en la revista Frontiers in Public Health, reconocen que resultan necesarios más estudios para evaluar los efectos a largo plazo de la combinación con otros ingredientes, como la taurina o el guaraná. La sobredosis de cafeína puede provocar, entre otros síntomas, palpitaciones, hipertensión, convulsiones... Este tipo de comportamientos pueden tener parte de su explicación en que el consumo de bebidas energéticas se combina con frecuencia con el de alcohol, otro de los riesgos de estos refrescos. La EFSA indica que el 70% de los jóvenes de 18 a 29 años toma ese tipo de mezclas, que aumentan el peligro de consumir bebidas espirituosas al enmascarar sus efectos y dar una falsa sensación e resistencia al alcohol.
João Breda, responsable del programa para Nutrición, Actividad Física y Obesidad de la oficina europea de la OMS, señala que “cuando se encuentra en salud pública algo que puede ser importante, hay que iniciar la discusión sobre ese posible problema cuanto antes”. Breda, también muestra su preocupación por el tipo de promoción de las bebidas energéticas. Este tipo de publicidad, dirigido a jóvenes y adolescentes, suele estar muy vinculado al rendimiento deportivo de máximo nivel. “En Europa, un estudio observó que el 41% de los adolescentes consumían bebidas energéticas para realizar ejercicio”, escriben en su texto. Y añaden que “el exceso de cafeína combinado con una actividad física intensa puede ser peligroso”.
La Asociación de Bebidas Refrescantes (Anfabra) afirma que en las etiquetas de estos productos se incluye la recomendación de consumir de forma moderada y la advertencia de que es una bebida dirigida al público adulto y no recomendada para niños o embarazadas.




Fuente: El Pais

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