DECÁLOGO DEL BUEN USO DE INTERNET

Educar no es tarea fácil y cuando se trata de materias con las que los propios padres, madres, educadores y educadoras no están familiarizados resulta aún más complicado. Es posible, que algunos progenitores se asusten por no conocer las tecnologías actuales o piensen que no pueden ayudar a sus hijos e hijas en este aspecto. Sin embargo, igual que no es necesario tener el carné de conducir para pasear por la calle y enseñar a las niñas y niños a cruzar, tampoco lo es convertirse en una experta en tecnología para educar a su hijo o alumna en el uso de estas herramientas. El sentido común basta para resolver la mayor parte de las situaciones conflictivas que se dan en este ámbito y que, en muchas ocasiones, son un reflejo de las que se producen en el resto. Antes de permitir a sus hijos e hijas conectarse sin supervisarlos, asegúrese de haber establecido con ellos un conjunto de reglas que resulten aceptables para todos. Este decálogo no trata de adentrarnos en el mundo de las TIC con miedo, pero sí sabiendo los riesgos que existen en el uso de las TIC y de Internet. Pero todo se resumen en dos frases: sentido común y buena comunicación. Inculcando estos valores, nuestros hijos e hijas crecerán de una forma sana, enfrentándose a la realidad de una manera positiva y sin riesgos para su integridad.
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