lunes, 7 de diciembre de 2015

Claves para dejar de esclavizarnos al móvil

Establecer prioridades: silenciar el móvil

Aunque nos cueste creerlo, si se apaga el móvil durante una o dos horas, no se detiene el mundo. ¿Te has quedado sin batería en alguna ocasión? Como habrás podido comprobar, todo ha seguido funcionando con normalidad pese a estar parcialmente desconectado, y de hecho, es posible que hayas sentido una placentera sensación de libertad.
Se trata de crear voluntariamente esos momentos de calma en los que no hay pitidos ni vibraciones, y aunque parezca sencillo, no lo es en absoluto. Casi sin darnos cuenta, nos hemos convertido en esclavos de una tecnología que, en teoría, habíamos desarrollado para facilitarnos la vida. Y por ello resulta imprescindible mantener la cabeza fría y poner el móvil en modo avión, o al menos en un modo discreto que filtre únicamente las llamadas prioritarias. Con este sencillo gesto comprobaremos cómo seremos mucho más eficientes y tardaremos menos tiempo en concluir la tarea que tengamos entre manos en ese momento.

El buzón de voz, ese gran aliado

Se podría pensar que el contestador ha perdido un poco de terreno con la fiebre de WhatsApp y similares, pero lo cierto es que si se utiliza con habilidad, puede convertirse en uno de nuestros mejores aliados. El principio es bien sencillo: atender únicamente aquellas llamadas que no interrumpan el desempeño de una tarea prioritaria para nosotros, y confiar en la eficacia del buzón de voz para recoger los mensajes. No hay que  preocuparse: después, cuando haya terminado lo que realmente es importante, podrás acceder al contestador para atender a los recados pendientes. El buzón de voz representa la máxima de quienes defienden que los problemas se solucionan solos: si no es urgente, no dejarán ningún mensaje, y ahorrarán unos valiosos minutos de nuestro tiempo. Todos los operadores ofrecen el servicio de buzón de voz, pero puede resultar interesante utilizar aplicaciones como Libon, que no solo recogen los mensajes, sino que permiten además configurar la respuesta en función del contacto que llame. El software notifica por correo electrónico los nuevos mensajes recibidos.

Silencie los grupos en WhatsApp

A muchos de sus usuarios se les ha ido de las manos el WhatsApp. Lo peor es que arrastran a otros en su pérdida de control. Si te añaden a un grupo que realmente no te interesa demasiado y no quieres parecer descortés, puede resultar muy interesante silenciar ese grupo(la propia aplicación lo permite), para luego, con más calma, leer los mensajes (si es que realmente te interesan). De hecho, sería recomendable silenciar todos aquellos grupos en los que no haya una información que resulte importante. No hay que titubear a la hora de cortar por lo sano con interrupciones inútiles o acabaremos pagándolo caro dedicando más horas al trabajo o sufriendo estrés. De lo que se trata al final es de silenciar todo nuestro entorno para centrarnos en lo prioritario y así poder terminar antes las tareas y hacerlas mejor.

Utilice las respuestas pregrabadas y los 'emojis'

Es posible que nos resulte divertido la habilidad con la que los más jóvenes emplean los emoticonos, pero lo cierto es que utilizándolos sabiamente podremos ahorrar muchísimo tiempo. Un dedo hacia arriba como gesto de aprobación puede ser un cierre brillante para una conversación y nos ahorrará tener que redactar un largo texto en la pantalla del móvil. Pero también ahorraremos mucho tiempo si grabamos algunas respuestas que utilicemos habitualmente en el móvil (se puede hacer en Android y en iOS). Las principales plataformas ofrecen esta posibilidad para dejar escritos textos como "vale, luego lo miro y te digo" o "perfecto, muchas gracias" de forma que contestemos en un par de toques. Sumando segundos y segundos, esta opción puede resultar una mina para nuestra productividad.

Fuente: el pais

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