4. Recompensa sus buenas acciones
A veces es difícil encontrar comportamientos que alabar pero tenemos que hacer un esfuerzo, si buscamos bien seguro que encontramos algo que ha hecho bien, por pequeño que sea. Si se lo recompensamos va a haber más posibilidades de que lo vuelva a repetir en el futuro.
5. Hazle sentirse admirado por su buen comportamiento
Intenta crear situaciones en las que tu hijo tenga la oportunidad de hacer buenas acciones. Se le tiene que transmitir el mensaje de que ayudando a los demás puede llegar a sentirse admirado y respetado por los demás. Por otra parte, el elogio tiene que ser creíble. Se ha extendido el uso del refuerzo positivo pero tenemos que saber cuando utilizarlo. Por ejemplo si es la primera vez que comparte algo con un amigo o hermano hazlo, sin embargo, no le recompenses todos los días que lo haga porque se acabará saturando y dejará de darle valor.
6. Apúntale a actividades extraescolares
Con el fin de aumentar la seguridad en sí mismo. Si lo apuntamos a actividades que los niños de su misma edad admiren evitaremos que quiera destacar realizando malas acciones. Los deportes de equipo son una buena alternativa y contribuye al compañerismo y cooperación.
7. Fomenta "una culpa sana"
Si hay un conflicto entre tu hijo y otra persona (un amigo, un hermano...) aprovecha este sentimiento y utilízalo como una herramienta para mejorar su empatía. Si tu hijo se siente culpable cuando ha hecho algo malo significa que es capaz de ponerse en el lugar del otro y reflexionar sobre su propio comportamiento. Y quizá en un futuro, también de pedir perdón. Es vital enseñarles a conectar con el dolor de los demás para mejorar la empatía.
8. Evita las etiquetas
9. Da ejemplo
Lógicamente tendremos que dar ejemplo si queremos mejorar la empatía de los más pequeños. Por ejemplo, llamar a alguien que está en un mal momento para preguntarle que tal está o si puede hacerle algún favor, preocupándose por los sentimientos de los otros miembros de la familia, ayudando a algún familiar enfermo...
10. Pregunta a los niños cómo se sienten si les ha pasado algo bueno/malo
Así, si les enseñamos a que ellos mismos den importancia a sus emocionestambién se van a preocupar más por las de los demás.
Esperamos que estos consejos os hayan servido y que los pongáis en práctica. Hay algunos que son tan sencillos de realizar que muchas veces pasan desapercibidos.
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