El XIII Seminario Lundbeck ‘Adicción
al alcohol: viaje al interior de una enfermedad’, celebrado en Ibiza, ha
permitido aflorar la evidencia de que el alcohol provoca más daños individuales
y sociales que cualquier otra droga; de hecho, es la causa directa de una de
cada ocho muertes anuales en Europa –y también en España– entre los 18 y 65
años.
El alcohol se ha convertido en
la primera opción para el ocio y el esparcimiento de los jóvenes españoles. La
Encuesta Estatal sobre el Uso de Drogas en Estudiantes de Enseñanzas Secundarias
(Estudes) señalaba en su último informe (2012) que el 74% de los adolescentes
entre los 14 y los 18 años había bebido una copa en el último mes; además, el
43% de los chicos de 16 años y la mitad de los chavales de 17 años se habían
apuntado a la moda del ‘bringe drinking’ en los últimos 30 días. O lo que es lo
mismo, el ‘atracón’.
Las consecuencias sociales del
abuso del alcohol, que genera grave adicción, son la violencia en el seno de
las unidades familiares, los accidentes de todo tipo –especialmente los de
trafico– y una serie de costes directos e indirectos causados por el abuso.
Desde el punto de vista
clínico, provoca numerosas patologías físicas y psicológicas. De ahí que sea
preciso seguir haciendo visible la alerta pública sobre el problema y continuar promoviendo campañas de
concienciación.
*Gráficas de ESTUDES en post anteriores.
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