Según la investigación realizada por la FAD, podemos establecer una tipología de
las posturas de la sociedad española frente a las drogas:
No clasificados. 13.4%.
Grupo que expresa las tendencias generales, la postura media, en los distintos indicadores: Rechazo mayoritario de las drogas y los consumos, posición distanciada y preventivista respecto a la convivencia, que mantiene en todo caso una visión pragmática y posibilista referida a la necesidad de enfrentar los problemas que se generen. Minoritariamente se apuntan opciones de normativas menos estrictas.
Grupo que expresa las tendencias generales, la postura media, en los distintos indicadores: Rechazo mayoritario de las drogas y los consumos, posición distanciada y preventivista respecto a la convivencia, que mantiene en todo caso una visión pragmática y posibilista referida a la necesidad de enfrentar los problemas que se generen. Minoritariamente se apuntan opciones de normativas menos estrictas.
Representan al grupo que protagonizó la normalización de
Aunque se parecen a los normalizados por su proximidad a las drogas, lo que los distingue es una apuesta por la legalización que va mucho más allá de sus posturas y actitudes básicas, que se ven superadas hasta casi la contradicción.
Herederos de los grupos tradicionalmente opuestos a las drogas, que recoge la antorcha de “la lucha contra las drogas”. Son más de lo que cabría esperar por la evolución hasta 2004. Recuerdan más a las posturas de 1999 que a las de la última década caracterizadas por una confrontación plena con los consumos a los que ve destructivos
Es una minoría representativa de la confusión originada por una percepción contradictoria: las drogas son destructivas pero hay personas que (¿porque son fuertes?, ¿porque han tenido suerte?, ¿porque se han beneficiado de actuaciones preventivas?) las disfrutan sin problemas. Las contradicciones se agudizan en las edades medias, sobre todo si se tiene hijos.
Virulentamente opuestos a las drogas, a las que rechazan y temen, aunque sin embargo mantienen una visión radicalmente benévola del cánnabis y de su consumo.
Fuente:FAD
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