¿Es posible la prevención primaria
de las enfermedades mentales? Celso Arango, jefe del Servicio de Psiquiatría del
Hospital Gregorio Marañón (Madrid), responde tajante: "Sí, se pueden prevenir
de forma primaria. Para todos los trastornos mentales se han detectado factores
de riesgo; si se reducen, disminuye la incidencia. En personas con alto riesgo
genético, es posible, a través de estrategias como administrar colina, vitaminas
o antioxidantes en el embarazo o en los primeros años de vida para evitar que
surja la psicopatología", apunta el psiquiatra, que aborda las
posibilidades de la prevención en una sesión plenaria del XVI Congreso Mundial
de Psiquiatría, en Madrid. Arango alude tanto a un ámbito más experimental, como
la terapia génica, "empleada con éxito en modelos animales de autismo y
esquizofrenia", como a medidas que se encuentran más a mano, entre las que
cita la reducción de los malos tratos y acosos en la infancia, del consumo de
cannabis en la adolescencia y la mejora del vínculo afectivo tras el parto.
Sobre los malos tratos y abusos en la niñez recuerda que elevan el riesgo de
patología mental. "Un metanálisis reciente indica que multiplican por 2 el
riesgo de depresión, por 2,5 los trastornos de ansiedad y por 4 el de trastorno
por estrés postraumático. Está demostrado que las medidas preventivas, como el
entrenamiento de padres con programas que reducen el abuso o maltrato, son efectivas
a medio y largo plazo en la incidencia de los trastornos mentales".
También los programas de detección del acoso escolar, la relación fluida entre
comunidad escolar y especialistas en prevención, y la actividad física en la
infancia. La clave para proteger a la población de las alteraciones psiquiátricas
es "tener en cuenta que, al igual que hay una ventana terapéutica para
tratar el infarto de miocardio, lo hay para las intervenciones preventivas en
salud mental. El desarrollo del control emocional, las relaciones sociales y la
confianza tienen lugar en los primeros años de vida (la mayor parte en los
cinco primeros). Hay estudios sobre autismo donde por debajo de las 60 semanas
de edad las intervenciones son efectivas en un 70 por ciento de los casos, y
por encima de esa edad, en sólo un 11 por ciento".
Fuente: El Semanario de Diario Médico
Fuente: El Semanario de Diario Médico
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