El cigarrillo electrónico puede convertirse
en la puerta de entrada al tabaco de jóvenes y adolescentes, un inicio precoz
en el hábito que multiplica el riesgo de padecer enfermedades en la edad adulta.
Así lo aseguró ayer la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica
(Separ), que asegura que estos dispositivos aumentan el riesgo de adicción a la
nicotina. “Consumir cigarrillos electrónicos supone un menor gasto económico
que el derivado de los cigarrillos convencionales. Este factor, sumado con el fuerte
crecimiento y promoción de estos productos, se está traduciendo en un
incremento notable del consumo entre adolescentes que nunca habían fumado”,
explica Neus Altet, neumóloga y miembro del área de tabaquismo de la organización
sanitaria. “Sin una adecuada regularización podrían ser una puerta de entrada a
la adicción a la nicotina y al uso posterior de pitillos convencionales”.
En España se calcula que la edad en
la que los jóvenes empiezan a fumar es alrededor de los 13,5 años. Los que han
caído en el hábito prueban su primer cigarro a los 13 años y a los 14 empiezan
a fumar diariamente. Los jóvenes son también los más adictos al tabaco, ya que
la mayor franja de fumadores, el 35, 7 %, se encuentra entre las personas de 18 a 20 años.
Ante esta situación, los
especialistas sugieren regular el
uso del cigarrillo electrónico y a su vez impulsar más investigaciones relacionadas con su
seguridad. “Es necesario valorar su prohibición en locales cerrados, el veto de
su venta a menores de 18 años y la prohibición de la publicidad de estos
dispositivos”, comenta Neus Alert.
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