La exposición repetida al alcohol
durante la adolescencia provoca cambios duraderos en la región del cerebro que
controla el aprendizaje y la memoria, según sentencia un equipo de
investigación de la Escuela de Medicina de la Universidad de Duke, en Durham,
Carolina del Norte, que empleó un modelo de roedor como sustituto de los seres humanos.
El estudio, publicado en Alcoholism: Clinical
& Experimental Research, proporciona
nuevos conocimientos a nivel celular para saber cómo la
exposición al alcohol antes de que el cerebro esté completamente
desarrollado puede provocar anomalías celulares y sinápticas con
efectos perjudiciales duraderos en el comportamiento.
«A los ojos de la ley, una vez se
llega a los 18 años uno se considera adulto, pero el cerebro continúa madurando
hasta los 22 y 23 años», subraya la autora principal, Mary-Louise Risher, para
añadir: «Es importante que los jóvenes sepan que cuando beben en exceso durante
este período de desarrollo, podrían ocurrir cambios que tienen un impacto
duradero en la memoria».
Fuente: Europa Press
Fuente: Europa Press
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