Cada vez son más las
investigaciones que evidencian que la exposición al tabaquismo de los padres
tiene un efecto duradero en la salud los niños.
Además, se sabe que cuanto más
tiempo pasa un niño expuesto al tabaco, más probable es que se interese por los
cigarrillos durante su juventud y se convierta en un fumador.
En datos, según recoge la
Organización Mundial de la Salud (OMS), casi la mitad de los niños respiran
normalmente aire contaminado por humo de tabaco en lugares públicos; más del
40% de los niños tienen al menos un progenitor que fuma; el humo de tabaco
causa más de 600.000 muertes prematuras cada año; y en 2004, el 28% de las
defunciones atribuibles al humo de tabaco se dio en
niños.
Ante estos datos, investigadores
norteamericanos han evaluado las consecuencias para la salud de los niños
expuestos al humo del tabaco. La investigación, que ha sido publicada en la
revista 'Circulation', de la Asociación Americana del Corazón, afirma que los
niños expuestos al humo del tabaco de los padres puede tener mayor riesgo de
desarrollar enfermedad cardiaca en la edad adulta que aquellos cuyos padres no
fumaban, según revela una investigación en
Los investigadores de este
trabajo analizaron a los participantes del 'Estudio sobre el riesgo
cardiovascular en jóvenes finlandeses', que incluyó la exposición infantil al
tabaquismo de los padres en 1980 y 1983. Se recogieron datos de la ecografía
carotídea en la edad adulta en 2001 y 2007.
En 2014, los científicos midieron
los niveles de cotinina, un biomarcador de exposición al humo pasivo, en la
sangre durante la infancia de los participantes a partir de muestras recogidas
y congeladas en 1980. El porcentaje de niños con niveles de cotinina no detectables
fue mayores en los hogares donde ninguno de los padres fumaba (84 por ciento),
disminuyó en las casas donde uno de los progenitores fumaba (62 por ciento) y era
más bajo en las familias donde ambos padres fumaban (43 por ciento).
Fuente: infosalus.com (24 marzo)
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