La práctica "habitual y creciente" (en los últimos
años) de dejar el smartphone a un niño pequeño para que se entretenga un rato
mientras el adulto propietario del móvil realiza otras actividades, conlleva
una serie de riesgos de los que muchos padres no son conscientes.
Es una realidad que hoy en día,
tanto desde dispositivos móviles como desde los ordenadores de casa, los niños
empiezan a usar Internet a edades cada vez más tempranas, en ocasiones, incluso
en la etapa preescolar. El peligro se encuentra en que ante este acceso tan
precoz se multiplica en gran medida la exposición de los menores a los riesgos
asociados a la utilización de la red.
Una investigación del Proyecto EU
Kids Online, en el que participan investigadores de la Universidad del País
Vasco, evidencia que entre los menores de 8 años existe una tendencia creciente
a utilizar dispositivos conectados a Internet, y es que como explica Maialen
Garmendia “los niños y niñas más pequeños carecen de las habilidades técnicas,
críticas y sociales necesarias, lo que les sitúa en una posición más
vulnerable".
Una de las principales
preocupaciones de los investigadores está en la difusión on line de fotografías
y vídeos en los que aparecen menores y el posible efecto de estos envíos en la
huella digital de los niños. "Con la generalización de los dispositivos
móviles, las tabletas y los smartphones, el acceso de los niños a Internet se
facilita enormemente", señala Garmendia.
Además, uno de los inconvenientes
que tienen los dispositivos móviles es que no se pueden instalar filtros como
en los ordenadores para que así los menores no accedan a determinados
contenidos. Es más, si un niño está jugando con una tableta puede que “inconscientemente
se conecte a Internet e involuntariamente envíe una foto". Así pues, el
principal problema del uso de las redes sociales por parte de niños y
adolescentes es que ponen en riesgo su privacidad.
Fuente www.deia.com
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