En este fenómeno se unen elementos asociados a un exceso de ansiedad, y por otro lado, la desorientación y desmotivación causados por el empobrecimiento de los estímulos y los incentivos a los que teníamos acceso. Es decir, que por un lado tanto el miedo al contagio como las medidas de prevención para atajar la pandemia nos hacen sentir estrés o directamente angustia y miedo, y por el otro, nuestro día a día queda limitado a muchas menos acciones debido al contexto social y económico de crisis. Si a esto le añadimos el factor tiempo, que implica tener que experimentar el contante aplazamiento de la “vuelta a la normalidad”, el resultado es que la pandemia hace que nos quememos emocionalmente y empeore la salud mental de muchas personas. Y con ello ¿Qué hacer?
Mantén un estilo de vida saludable
Intenta mantener a raya la sobreinformación
Práctica alguna técnica de relajación
Pon en marcha proyectos
Estructura tu día a día
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